La palabra HIFU son las siglas que pertenecen a “Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad”.

El tratamiento HIFU es la alternativa más eficaz a la hora de realizar un lifting facial sin necesidad de pasar por quirófano, debido a que no es invasivo ni necesita periodo de recuperación domiciliaria. Respeta completamente sin dañar las capas más superficiales de la piel.

El HIFU emite ultrasonidos de alta intensidad y de forma focalizada, produciendo un calentamiento fuerte a nivel interno del tejido. Sin embargo, no genera daño en las fibras colágenas, ni en capilares o sistema vascular, aportando seguridad para el paciente en este tratamiento.

La temperatura de los tejidos aumenta hasta unos 65°/70°, y el calor penetra a una profundidad de hasta 4.5 mm de la epidermis en el tratamiento facial, y hasta 13 mm en el tratamiento corporal. El calor profundo genera unas micro heridas en los tejidos de la piel, que con la cicatrización de las mismas provoca una estructuración de las moléculas de colágeno y elastina. Los tejidos de la piel empiezan un proceso de reparación, y mejora de forma notable es aspecto del rostro desde la primera sesión.

Al finalizar el tratamiento con HIFU, se consigue dar firmeza, elasticidad y tonicidad a la zona tratada.